Historia de Alaska

Alaska en 1895. La frontera del sureste de Alaska que se muestra es la que Estados Unidos reclamó antes de la conclusión de la disputa limítrofe de Alaska.

La historia de Alaska se remonta al Paleolítico Superior (14.000 a. C.), cuando grupos de cazadores y recolectores siberianos cruzaron el Puente de Beringia, una porción de tierra emergida durante la glaciación, desde la península de Chukotka hasta el oeste de la actual Alaska.

En el momento del contacto con los europeos por exploradores rusos, el área estaba poblada por grupos indígenas entre los que se contaban pueblos aleutianos y atabascanos septentrionales. El nombre de "Alaska" proviene precisamente de una palabra aleutiana alaxsxaq, que significa literalmente "tierra firme" (literalmente, "el objeto hacia el cual la acción del mar es dirigida").[1]

El Imperio español consideraba, por el Tratado de Tordesillas, que esas tierras formaban parte de sus dominios, pero no hubo intentos de asentamiento, si bien se realizaron expediciones que llegaron a Sitka Sound, que fue reclamada como posesión de la Corona española.

Los británicos también pretendieron incorporar Alaska a sus dominios, había puestos comerciales en Fort Yukon, Fort Durham y Fort Stikine, administrados por la Compañía de la Bahía de Hudson. Esta presencia llevó a la crisis de Nutca en 1789, resuelta en los años siguientes por las Convenciones de Nutca de 1790-1794. Actualmente, algunos topónimos como el Glaciar Malaspina y las ciudades de Valdez y Cordova, recuerdan la presencia hispana en la región.

En el siglo XVIII, exploradores rusos recorrieron las costas alasqueñas, seguidos por comerciantes de pieles de la misma nacionalidad. El contacto fue pacífico en algunos casos, pero en otros hubo conflictos; un gran número de nativos murieron, producto de enfermedades contra las cuales los indígenas no tenían inmunidad.

A fines de siglo, los rusos establecieron el asentamiento de Nuevo Arcángel, actualmente Sitka. El territorio ruso de América, como es conocido, nunca llegó a desarrollarse dada la distancia de la metrópoli y, en 1867, los Estados Unidos adquirieron Alaska por medio de una operación comercial.

En la década de 1890, estalló la fiebre del oro en la región y el vecino territorio canadiense de Yukón la cual atrajo a miles de colonos a esos territorios escasamente habitados.

En 1942, dos islas Aleutianas exteriores—Attu y Kiska—fueron ocupadas por los japoneses y su recuperación por parte de los Estados Unidos las convirtieron en cuestión de orgullo nacional. La construcción de bases militares contribuyó al crecimiento de la población en algunas ciudades de Alaska.

Alaska obtuvo condición de Estado el 3 de enero de 1959.

En 1964, el gran "Terremoto del Viernes Santo" mató a 139 personas, y destruyó edificaciones de Anchorage y otras poblaciones.

En 1968, el descubrimiento de petróleo en Prudhoe Bay y la finalización en 1977 del oleoducto Trans-Alaska condujeron a un boom petrolero. En 1989, el Exxon Valdez golpeó un arrecife en Prince William Sound, derramando entre 11 y 400 mil billones de galones estadounidenses (42.000 y 130.000 m³) de petróleo crudo alrededor de 1.100 millas (1600 km) de costa. Hoy en día, la batalla entre las filosofías de desarrollo y conservación se ve en el polémico debate sobre la extracción de petróleo en el Refugio Nacional de vida salvaje en el Ártico.

  1. Ransom, J. Ellis. 1940. Derivation of the Word "Alaska". American n.s., 42: pp. 550-551

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